Lavado y Secado

     -Consideraciones iniciales:

El lavado es el proceso mas importante dentro de un proceso de detallado ya que sera el proceso que mas veces llevemos a cabo durante la vida de un coche, por lo que es imprescindible que dominemos la técnica a la perfección ya que es el proceso que nos servirá de base para el resto, cualquier otro proceso que hagamos no tendrá buenos resultados si no partimos de una superficie en buen estado y también el proceso que mas daños puede crear si se realiza incorrectamente.

 El equipo básico de todo aficionado al detailing debe contener al menos:


  •  Champú. 
  •  Guantes.
  • Toalla de Secado, en preferencia, de microfibra. 
  • Dos cubos de agua.
Al igual que ocurre con otros procesos, esta tarea debe llevarse a cabo a la sombra y con las superficies a tratar frías. Realizar esta tarea al sol o sobre una superficie excesivamente caliente, hará que los productos se sequen prematuramente, lo cual puede tener resultados desastrosos, pudiendo dejar marcas permanentes sobre la pintura. El lavado debe realizarse posteriormente a la limpieza de llantas y neumáticos porque éstas suelen ser las zonas más sucias. Lógicamente deberemos cambiar el agua para lavar nuestra pintura con agua bien limpia. 

El proceso habitual de un lavado se compone a su vez de 5 pasos:
1. Aclarado inicial o remojado de la superficie. 
2. Prelavado (opcional y sólamente en caso de ser necesario) 
3. Lavado 
4. Aclarado 
5. Secado


Remojado de la superficie:

   El remojado de la superficie tiene como finalidad arrastrar las partículas de suciedad de mayor tamaño que son las que mas daño pueden hacer en el paso del lavado, así como las partículas mas adheridas (barro, excrementos de pájaros, etc) y paralelamente ablandar el resto de suciedad para facilitar su posterior retirada.


Este proceso consiste simplemente en rociar toda la superficie con agua, empezando por el techo y hacia abajo de manera que por gravedad el agua arrastre las partículas mas grandes. En caso de hacerlo con agua a presión, aunque es mas recomendable también debemos tener mas cuidado de situar la lanza a una distancia lo suficientemente segura para evitar que el agua a presión arrastre con excesiva fuerza estos residuos sobre la pintura, ya que se podrían producir arañazos. Dependiendo de la presión del agua, una distancia de entre 50 cm y 1 metro es mas que suficiente. 

Prelavado:

    El paso del prelavado es opcional sólo es recomendable si el coche está extremadamente sucio o queremos quitarle el tratamiento que lleva. Es un proceso que raramente necesitamos. En condiciones normales el remojado o aclarado inicial eliminará la suciedad no adherida a la pintura, por lo que este paso es ocasional.
   Su función es la de ablandar e incluso despegar la suciedad mas dura o adherida, de manera que reduciremos el peligro de crear arañazos en la fase de lavado. Para realizar esta tarea se utilizan herramientas como la paño de microfibra, o similares, y algún champú espumante (para prelavado normal). Crean un chorro de espuma muy densa y que permanece durante mucho tiempo sobre la superficie sin disiparse.


Como siempre debemos tener cuidado con los tiempos de aplicación para evitar que el champú se seque sobre la carrocería.

Lavado:

Para el lavado usaremos el método de los dos cubos, que como su propio nombre indica consiste en la utilización de dos cubos, uno con agua limpia y otro donde habremos diluido el champú en las cantidades indicadas por el fabricante. 

Cabe destacar en este punto que una mayor concentración de champú no equivale a una mayor limpieza, sino que puede incluso resultar contraproducente. El proceso consiste en empapar el guante en el cubo de agua con champú, limpiar una parte de la superficie y posteriormente aclarar el guante en el cubo de agua limpia antes de volver a introducirlo en el cubo con champú. De esta manera nos aseguraremos de que el guante no acumula demasiada suciedad, y que esta permanece en el cubo de agua sola, evitando que cuando posemos el guante sobre la pintura, lo hagamos arrastrando partículas de zonas anteriores de manera que minimizamos la posibilidad de crear arañazos. En cuanto a la elección del guante, es una mera cuestión de gustos. 

En este aspecto podemos destacar los guantes de lana de cordero, que se caracterizan por absorber una gran cantidad de agua y capturar las partículas de suciedad hacia su interior apartándola de la pintura y los guantes de microfibras, también muy suaves con la pintura y muy manejables. 

En todo caso debemos desechar el uso de esponjas y bayetas, ya que lo único que conseguiremos con las mismas es arrastrar la suciedad sobre la pintura creando arañazos. 

Para la secuencia de lavado, tendremos en cuenta que siempre debemos empezar de arriba a abajo y de las partes mas sucias a las mas limpias. De esta manera evitaremos que la suciedad que desprendamos de las partes superiores se deposite sobre zonas que ya hayamos lavado y el champú ira cayendo por gravedad a zonas mas bajas ofreciéndonos una correcta lubricación en todo momento.

Así que generalmente empezaremos por el techo, y posteriormente iremos bajando por los cristales, capo, laterales, dejando bajos y defensas para el final. también podemos elegir entre ir haciendo pieza por pieza (techo, puertas, aletas...) o bien comenzar por el techo e ir dando vueltas alrededor del coche (techo, cristales, capo, puertas....). Las ruedas deben lavarse con anterioridad al resto del vehículo. 



Los movimientos a la hora de realizar el lavado deben ser rectos, evitando movimientos circulares que pueden producir arañazos, y en la medida de lo posible en la dirección del aire, es decir, partiendo de la parte delantera para terminar en la trasera, aunque esto es más una cuestión de gustos.


En todo caso la presión que realicemos debe ser minima, apenas el peso de la mano sobre la superficie para evitar la creación de arañazos y recordar aclarar el guante y volverlo a empapar en agua con champú cada poco tiempo para asegurarnos de tener la lubricación adecuada durante todo el proceso. 



   Aunque los bajos y defensas, al igual que el parabrisas, son las zonas que mas suciedad tienden a acumular. El proceso habitual es dejarlas para el final para evitar que el agua en los cubos acumule toda la suciedad de las mismas nada más comenzar el proceso. Una solución para esto es realizar por separado el lavado de estas partes, lavando y aclarando las mismas y afrontar el resto de la carrocería como un lavado diferente, renovando el agua de los cubos.

En caso de que se tengan muchos insectos en la parte frontal, también es una buena idea realizar a parte un lavado con un limpiador especifico para insectos antes de acometer la tarea de lavado completa.

Aclarado:

En caso de que hayamos decidido realizar el lavado pieza por pieza (esta técnica es recomendable especialmente cuando la temperatura ambiente es alta para evitar que se seque el champú sobre la pintura) aclararemos a medida que vayamos limpiando cada una de las piezas.
Si hemos realizado la limpieza completa, aclararemos una vez terminado, en cualquier caso la técnica es similar. Simplemente seguiremos la misma secuencia que en el lavado, asegurándonos de retirar todos los restos de champú ya que una vez secos pueden dejar marcas permanentes en la pintura, comenzando por el techo y bajando. 


Otra técnica de aclarado es la del hilo de agua la cual consiste en usar una manguera, sin ningún tipo de difusor ni reductor, y con un caudal moderado, suficiente para sea uniforme sin salpicar, ir pasando por toda la superficie lentamente, como siempre comenzando por el techo y de arriba hacia abajo, de manera que el chorro de agua vaya arrastrando los restos de champú. 

Esta técnica de aclarado también puede llegar a considerarse como una técnica auxiliar de secado ya que en superficies que hayan sido tratadas con cera o sellantes se puede llegar a eliminar el 90% del agua de la superficie. 

Secado:

Un error muy común y que puede arruinar el proceso de lavado en este punto, es el de dejar secar el coche al aire, o hacerlo circulando. Una superficie húmeda actúa como un imán para el polvo y los contaminantes del ambiente, que quedaran atrapados en las moléculas de agua y pueden dejar marcas permanentes, pudiendo incluso penetrar en las capas exteriores de la pintura. Este efecto se ve agravado si el aclarado no ha sido correcto o en zonas donde el agua tiene gran cantidad de cal.

El secado se realiza mediante el uso de toallas de microfibra. El uso de toallas domesticas, bayetas u otros accesorios esta desaconsejado por la posibilidad de producir arañazos.
Su uso consiste en posar el filo sobre la superficie y sin realizar ningún tipo de presión, ir pasando por la superficie con movimientos rectos, de manera que arrastraremos la mayor parte del agua.

Para el secado de superficies con la toalla  podemos usar dos técnicas distintas: Arrastre y posado.

La técnica de arrastre consiste en extender la toalla completamente sobre la superficie, empezando por el techo y tirar de las puntas de la misma hacia el morro del coche, sin realizar ningún tipo de presión.


Para los laterales, este tipo de toallas suelen disponer de unos bolsillos donde meter las manos de manera que podamos trabajar cómodamente sin peligro de que se caiga. La presión que debemos realizar es la minima para que la toalla permanezca en contacto con la superficie.


Para la técnica del posado, situaremos la toalla sobre la superficie y presionaremos en toda su extensión con la palma de la mano, de manera que será el efecto absorbente de la toalla el que se encargue de retirar el agua. De esta manera nos aseguraremos de realizar el proceso de secado sin ningún tipo de fricción.  







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